Juntas por la paz

     Hay momentos y situaciones en los que es necesario dar espacio a las cosas importantes, aunque muchos pueden ser los más urgentes. De ahí, en una situación mundial como la que estamos viviendo, aún dando fe a los compromisos a los que estamos llamadas, nuestra asamblea capitular no puede dejar de unir su voz a la de toda la Iglesia.
     Dejamos resonar también para todos ustedes, queridos amigos, el llamado que Sor Maria Antonieta Bruscato, superiora general, ha dirigido a todas las comunidades de las Hijas de San Pablo en el mundo:
«Resuena fuerte, también en este cenáculo capitular, el grito de nuestros hermanos y hermanas de Siria y el apremiante llamado del Papa Francisco para detener los vientos de guerra e invocar al Príncipe de la paz para que se busquen caminos de diálogo, de reconciliación y de paz.
Ayer en la noche la asamblea capitular, reflexionando sobre el mensaje del Santo Padre en el Ángelus, ha adherido con emoción a su propuesta para un día de ayuno y de oración, el sábado 7 de septiembre. Además ha querido dedicar un espacio de oración en la tarde a María, Reina de la paz, en los días que nos separan del voto del Congreso de EE.UU., previsto para el próximo 9 de septiembre, a petición del presidente Barack Obama, para decidir la intervención militar en Siria.
Estoy segura que la cercanía al dolor de muchas personas en la oración coral, reforzaremos también los vínculos de comunión entre nosotras, con la Iglesia universal y con toda la humanidad, marcada por el miedo y sufrimiento, pero unida al invocar amor, justicia y paz».
Estamos seguras que este apremiante llamado encontrará respuesta y adhesión también en cada uno de ustedes que están participando, desde la web, a esta nuestra extraordinaria aventura del Espíritu.

Ariccia, 2 de septiembre de 2013

 


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