Esta mañana nuestra capilla tenía el aspecto solemne y al mismo tiempo convivial de la «sala de bodas» de la cual hemos escuchado en el Evangelio. Del Libro sagrado, llevado en procesión por una hermana brasileña e entronizado en el ambón, ha surgido una fuerte invitación para nosotras a compartir el sueño de Dios: la caridad de la verdad hecha a todos, la sala repleta, la salvación de todos sus hijos, y la actitud del Rey, que no se desalienta y más bien, cuando su sueño encuentra un obstáculo, ensancha el diseño. La condición para que esto pueda realizarse, ha exhortado nuestro celebrante, el P. Vincenzo Marras, superior provincial de Italia de la Sociedad San Pablo, es revestirnos cada vez más de Cristo, para asumir su mentalidad y sus perspectivas.
Una excelente premisa para los trabajos de esta jornada de la que, después de la Apertura oficial del 10° Capítulo general, cuyo texto encontrarán en el sitio, fue dedicada a la presentación, al estudio, a las enmiendas y a la aprobación del Iter que regulará todo el Capítulo. Mañana elegiremos a las hermanas que constituirán la Comisión central, el equipo directivo del Capítulo.
Contamos con la fuerza de su recuerdo.
Ariccia, 22 de agosto de 2013
