Los pies en la tierra y corazón en el cielo

     Los días pasan y nosotras entramos cada vez más en lo vivo de la vida y de las muchas situaciones que, como Congregación presente en cada continente, nos impulsan hacia un algo más por descubrir y vivir.
Hoy la palabra clave es ¡ZOOM! De hecho, si ayer hemos explorado la situación global de nuestro Instituto, hoy descendemos en profundidad.
     Con Sor Gabriella Santon, ecónoma general, fuimos acompañadas a tomar conciencia de la situación económica de la Congregación, dejando resonar en nosotras los desafíos que, precisamente en este ámbito, el fundador, el Beato Santiago Alberione, hubiera hecho emerger también hoy: «vivir concretamente la pobreza paulina que «renuncia, produce, conserva, provee y edifica»». Los horizontes son vastos: se trata de asumir valientemente lo nuevo, arriesgando en la fe, porque hemos nacido para anunciar el Evangelio con todos los medios que el progreso pone en cada tiempo a nuestra disposición. Pero se trata también de vivir hasta el fondo con radicalidad opciones de pobreza, en un contexto mundial lacerado por grandes injusticias sociales, por crisis económico-financieras y desigualdades socio-culturales: nos sentimos interpeladas a organizar el bien, para que llegue a todos y sea eficaz.
     Sentimos que estamos llamadas a transformar la Eucaristía que celebramos, en opciones concretas de vida: «No es suficiente comer y beber en la mesa eucarística – nos ha dicho el P. Devasia Puthiyaparambil, sacerdote paulino indiano – es necesario vivir como personas eucarísticas. La Eucaristía, sin solidaridad con los demás, es una Eucaristía abusada».
     En conclusión un toque de color, o mejor aún, un simpático e inesperado efecto especial sobre nuestra celebración dominical. A causa del mal tiempo, por algunos momentos se apagaron las luces de la capilla donde estábamos reunidas. La presentación de las ofertas se realizó literalmente a la luz de una vela, mientras que en el fondo se elevaba la imagen de Jesús maestro, como única y verdadera luz posible en medio de nuestra oscuridad.
     ¿Habrá sido un tweet del Altísimo? Lo queremos imaginar, sobre todo, dejando ahora la palabra a las superioras de nuestras circunscripciones para entrar en las realidades apostólicas y fraternas de cada país.

Ariccia, 25 de agosto de 2013

 


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