Mensajes, augurios, feedback en varios idiomas y de muchos países del mundo… es signo concreto de su cercanía e interacción, aunque mediada por un mensaje, entre esta asamblea y el mundo.
Nos sentimos realmente acompañadas y apoyadas por la oración de todos, que a menudo, se une también al sufrimiento y al ofrecimiento de muchas hermanas y hermanos. Todo el mundo está presente e incluso muchos obispos en sus Iglesias particulares nos dicen a través de nuestras hermanas, que estamos presentes.
Desde Maputo, recibimos con alegría la bendición del Obispo y su recuerdo en la Celebración Eucarística para este importante momento de la Congregación.
Una comunidad escribe: «Gracias por el contagio de esperanza y de entusiasmo paulino que lanzan desde su «cenáculo mundial»», y aún: «Alberione y Tecla obtengan la gracia y el don de proyectar el carisma en el futuro, escuchando y respondiendo a los signos de los tiempos», «acogiendo las muchas pequeñas luces de renovación que el Señor nos ha dato y nos dará».
De hecho, un gracias profundo de parte de todas es para ustedes, ya que aprovechan todas las ocasiones para hacerse presentes y por el apoyo constante que nos une en una experiencia universal de comunión.
Piénsennos dedicadas a un trabajo delicado y lleno de esperanza. Supliquen con nosotras al Espíritu, únanse a nuestra constante invocación:
Ven, Espíritu Santo, que expandes los corazones e indícanos los horizontes de Dios,
ven y acompáñanos con mano segura e decidida
hacia las nuevas e inexploradas fronteras del anuncio.
Ariccia, 4 de septiembre de 2013
